Reseña: La pequeña panadería de la isla - Jenny Colgan

Little Beach Street Bakery (Little Beach Street Bakery #1)
Jenny Colgan
Vergara - 2017
398 páginas
17,50 €

Tras el desastroso final de su última relación amorosa, Polly Waterford se traslada a un balneario en una remota isla frente a las costas de Cornualles, donde se instala en un piso pequeño y solitario situado encima de una tienda abandonada.

Para distraerse de sus problemas, Polly se concentra en su afición favorita: amasar y hornear pan. Pero su relajante pasatiempo de fin de semana no tarda en convertirse en una pasión. A medida que vuelca sus emociones en amasar y golpear la masa, cada hogaza resulta mejor que la anterior. Entusiasmada, Polly empieza a incorporar nueces, olivas o semillas a la masa, además de la miel que le proporciona un apuesto apicultor del lugar. Recurriendo a reservas de determinación y creatividad que ignoraba que poseía, Polly maravilla a los habitantes del pueblo y a los visitantes con las maravillas que salen de su horno, y de paso descubre una vida nueva y brillante allí donde jamás esperaba encontrarla.

Jenny Colgan es una autora que descubrí hace unos años y que se ha convertido en una de mis imprescindibles en cuanto a romántica adulta.

Sus libros no sólo resultan entretenidos y que tocan temas de actualidad, sino que son muy, muy dulces ya que la repostería siempre juega un papel importante en sus libros.

La autora es una gran aficionada a hacer pasteles, tartas y cualquier tipo de dulces, así que es un elemento que utiliza siempre para crear sus historias.

No, no es fácil hacer régimen mientras lees a Jenny Colgan.

La pequeña panadería de la isla es la primera entrega de una nueva serie en la que cada libro estará centrado en un protagonista diferente.

Aquí será Polly, una chica de treinta y pocos años que no está pasando por uno de sus mejores momentos personales. Su relación de varios años se ha ido al traste, junto con el negocio que había montado con su novio y la casa que compartían. Así que se encuentra sin dinero, sin trabajo y sin un techo donde vivir.

Desesperada por encontrar algún sitio que se ajuste a su limitado presupuesto, Polly acabará viviendo en un piso encima de una abandonada tienda de un pequeño pueblo, en las costas de Cornualles, donde su estilo de vida dará un giro de 180º.

Acostumbrada a la vorágine de una ciudad con mil planes y sitios a los que ir, Mount Polbearne será un lugar con pocos habitantes y opciones de ocio, tranquilo, y muy centrado en el pequeño comercio, que no está pasando por sus mejores momentos. Decidida a descansar y recuperar fuerzas, Polly se centrará en su mayor afición: hornear pan, algo que, poco a poco se irá convirtiendo en algo más que un hobby.

Los libros de esta autora se devoran solos. Son muy rápidos de leer, no tienen grandes pretensiones más que entretener y hacer pasar un buen momento al lector, mezclando humor, romance y algún que otro drama más ligero.

La protagonista se encuentra como muchas otras personas a las que les ha tocado de lleno la crisis económica: ha perdido todo y no sabe qué hacer con su vida. Se siente mayor para algunos empleos y poco preparada para otros. Mudarse a Mount Polbearne le ayudará a replantearse su vida y averiguar qué es lo que realmente quiere para su futuro.

Al principio no lo tendrá fácil, tiene que acostumbrase a un ritmo de vida mucho más calmado, además de hacer nuevas amistades entre los vecinos, algunos de las cuales no se lo pondrán nada fácil por ser la nueva de ciudad.

Pero la autora lo cuenta todo con mucho sentido del humor y con un tono desenfadado, pero siempre tratando el tema con respeto y cuidado.

Consigue que veamos que de una mala experiencia se puede sacar algo bueno, y que siempre hay que luchar por aquello en lo que crees.

Me ha gustado mucho cómo la evolución de la protagonista. En los primeros capítulos se ve a una mujer insegura, indecisa y perdida, hasta que pasa a ser alguien mucho más positiva, relajada y que valora mucho más los pequeños placeres de la vida.

Otra cosa que me ha parecido muy interesante es cómo se va gestando el proyecto de su panadería. Todo comienza como una afición a la que recurre para relajarse y desconectar, pero el boca a boca hace que Polly comience a plantearse su futuro como empresaria.

El romance es algo que está también presente, no en vano, es una novela chick-lit, pero es un elemento más y no destaca en detrimento de otros. Además, tampoco resulta ni demasiado perfecto, ni idealista, ni empalagoso. Estamos hablando de personas adultas, así que todas esas expectativas típicas de la adolescencia desaparecen, y son unas relaciones mucho más creíbles y naturales, pero, de igual manera, son tiernas y bonitas.

También hay un grupo de personajes secundarios, formados por vecinos y amigos de la protagonista, que también ayudarán al desarrollo de la trama de Polly. 
En cuanto a ella, es una chica real, insegura, algo torpe, con las dudas típicas de la edad, con lo que es fácil conectar con ella y que consiga caerte bien.

La pequeña panadería de la isla es un libro con una historia sencilla, muy entretenida y rápida de leer, con una protagonista muy real y un mensaje muy positivo y de superación. Además, el libro tiene mucha información, referencias y recetas de panes y otros tipos de dulces que siempre resultan curiosos e interesantes. 

*Con la colaboración de Ediciones B*