Reseña: La ley del corazón - Amy Harmon

The Law of Moses (The Law of Moses #1)
Amy Harmon
Oz Editorial - 2018
336 páginas
17,90 €

Una preciosa historia sobre nuevos comienzos y un amor eterno

A Moses Wright lo abandonaron en un cesto de ropa en una lavandería cuando era un bebé recién nacido. Desde entonces, siempre ha creído que no merece ser amado ni que nadie se preocupe por él y vive aislado en su propio mundo. Pero entonces, Georgia, una joven decidida, terca y valiente, se propone conocerlo mejor.

Todos intentarán convencerla de que se mantenga alejada de Moses, un joven incomprendido y muy problemático, pero la atracción que siente por él hará que ignore estas advertencias y siga el dictado de su corazón.

Amy Harmon lo ha vuelto a hacer. Me ha vuelto a emocionar, conmover y maravillar con esta nueva historia, la cual, además, me ha sorprendido al introducir algunos temas un poco peliagudos que no siempre quedan bien, pero que ella ha sabido utilizarlos de manera sobresaliente.

Me va a costar hacer la reseña sin desvelar mucho de la trama, porque, aunque primera vista parezca la repetitiva historia de chico malo y chica buena, este libro es más que eso. Es más profundo y maduro que las que solemos encontrar en este género

Moses no ha tenido una vida fácil. Su madre, una adicta al crack, lo abandonó cuando era un bebé en una lavandería y, desde entonces, ha ido de casa en casa sin nadie que se preocupara por él. La única persona que lo ha querido incondicionalmente es su bisabuela, con la que pasa los veranos en su casa, en un pequeño pueblo de Utah.

Al cumplir los 18 años, se traslada a vivir con ella, y es entonces cuando Georgia, que vive en la casa de al lado, se acercará para conocer mejor a ese misterioso joven del que todo el mundo recela.

El libro, como viene siendo habitual en Amy Harmon, está narrado por los dos protagonistas y dividido en dos partes, pasado y presente.

La parte del antes es la más introductoria, la que nos permite conocer a Moses, un chico introvertido, casi inaccesible, pero con un don fuera de lo común y un talento extraordinario para la pintura. A través de sus cuadros, Moses consigue expresar todo lo que siente y ve. Es su forma de comunicarse y de sacar todo aquello que lleva dentro.

Georgia, en cambio, es alegre, feliz, impulsiva e incluso algo inocente. Moses llamó su atención por primera vez cuando era pequeña, y es ahora cuando está dispuesta a derribar de una vez por todas sus barreras, algo que Moses no le pondrá nada fácil, pero si hay una cosa que es Georgia, es cabezota.

Es en estos primeros capítulos donde se irá fraguando la relación entre ellos que, aunque sucede un poco rápido (es mi único pero), es preciosa y alejada de los tópicos de los romances de este estilo, y acabará desembocando en una experiencia más intensa y dura que es la que da pie a la segunda parte.

En el presente encontramos a los protagonistas unos años después, más mayores y maduros, que han tenido vividas muy diferentes, pero ambos se sienten rotos e incompletos, como si les faltara algo.

Por casualidades de la vida, se volverán a reencontrar y, aparte de darse cuenta de que esos sentimientos nunca se han ido, será la ocasión para reparar los errores del pasado y sincerarse el uno con el otro.

Todos los libros de Amy Harmon cuentan historias profundas, muy maduras y alejadas de todos los clichés del Young Adult, a pesar de que contiene elementos habituales de este género (en este caso, el chico malo y la chica mala) y, aunque todas tienen drama no es nada exagerado. 

Ya sabéis que, a pesar de que adoro las historias dramáticas, no soporto que se abuse de él. Siento que la única intención del autor es hacernos sufrir a toda costa y termino muy abrumada. 

Pero Amy Harmon no es así y aquí no va a ser diferente. Es cierto que vuelve a tratar temas duros como la pérdida, la soledad, el dolor, la culpa, la vida y la muerte, pero están contados con muchísima sensibilidad y realismo, con lo que consigue emocionarte y llegarte al corazón, aunque no hayas experimentado nunca nada parecido.

Ah, y no todo es romance, también hay un pequeño misterio con tintes policíacos que creo que ha solucionado más que bien (yo, al menos, no lo he visto venir)

Tiene un ritmo muy ágil, unos personajes maravillosamente bien escritos, con una evolución muy creíble y, además, aquí los caballos tendrán un papel muy importante, algo que a mí me ha encantado.  

La ley del corazón es otra pequeña joya de una autora que se ha consagrado como una de las mejores en su género. Una historia que mezcla toques de diferentes género y que trata temas duros y le vuelve a salir bien, muy bien. 

*Con la colaboración de Oz*