Robyn Schneider
Alfaguara - 2016
326 páginas
16,95 €
Lane, un chico decidido a llegar lejos, siempre ha vivido pensando en el mañana... hasta que le diagnostican una enfermedad incurable. De un día para otro, es ingresado en Latham, un centro para adolescentes en cuarentena.
Allí se reencontrará con Sadie, una chica fascinante y atrevida que sigue ofendida por un desplante que él le dio años atrás (cuando Sadie era una chica más bien aburrida). Ella y sus excéntricos amigos enseñarán a Lane a saltarse las reglas y vivir el momento pero, ¿qué te queda cuando no tienes tiempo?
En Latham, Lane descubrirá el amor, las ganas de vivir, y puede que hasta el milagro de las segundas oportunidades.
Sí, es verdad es que últimamente están saliendo muchos libros sobre chicos con enfermedades incurables que, a raíz de eso, viven su primer amor, se dan cuenta de la importancia de disfrutar de la vida... etc, etc. Pero siempre hay alguno que merece la pena y Estrellas Fugaces es uno de ellos.
Un libro con dos protagonistas unidos por la tuberculosis, pero que no se recrea en el sufrimiento ni en la pena.
Lane es un chico de 17 años que tiene toda su vida planificada al milímentro, hasta que le diagnostican un tipo de tuberculosis que es resistente a todos los medicamentos que han ido saliendo.
Para evitar que se propague todavía más, muchos adolescentes son ingresados en una especie de sanatorio/internado donde reciben tratamientos experimentales y en el que tendrán más posibilidades de superar la enfermedad.
Allí se reencontrará con Sadie, una chica con la que coincidió a los 13 años en un campamento, y que, junto a sus amigos, forma parte de uno de los grupos más conocidos del centro.
Por fortuna, la autora no cae en el cliché de crear unos protagonistas con problemas familiares, ni de bullying, ni siquiera fueron las estrellas de su instituto.
Al revés, son dos adolescentes sin nada destacable ni excitante, casi considerados algo aburridos. Pero su llegada a Latham los cambia radicalmente.
Por un lado, Sadie llegó hace más de un año y conoció a los que se conviertieron en sus mejores amigos, que la aceptaron tal y como es. Son un variopinto grupo de chavales a los que les gustan los videojuegos, el cine o la lectura, interesados en el sexo o el alcohol y que intentan saltarse las reglas siempre que pueden y disfrutar de la vida, sea lo que sea lo que les quede.
Lane, en cambio, se resiste a dejar su rutina diaria. Él tiene un objetivo y no quiere que ese ingreso forzado lo eche por tierra. Pero poco a poco se irá dando cuenta de todo lo que se ha ido perdiendo por preocuparse demasiado por su nota media.
Sadie y sus amigos le harán ver las cosas de otra manera, de inquietarse menos y dejarse llevar más.
El libro está contado bajo el punto de vista de ambos protagonistas, consiguiendo conocerles mejor y en más profundidad a cada uno.
Por ejemplo, detrás de la apariencia despreocupada de Sadie, se esconde una chica con las inseguridades y las preocupaciones típicas de cualquier adolescente de su edad: si se quedará sola cuando sus amigos vayan abandonando Latham o si ella volverá a la solitaria vida que tenía antes.
Lane siempre pensando en el futuro, en si a raíz de esa enfermedad podrá volver a hacer una vida normal, si la gente se apartará de él asustada por si acaban contagiados.
Porque viven bajo ese constante miedo y esa amenaza que produce sufrir una enfermedad incurable y contagiosa cuyos síntomas, además, les condiciona en su día a día. Pasarán momentos mejores y peores, su actividad se ve limitada, cualquier sobreesfuerzo puede resentir todavía más su salud, y deben controlar cualquier subida de fiebre o tos que venga acompañada de sangre, ya que podría ser fatal.
A pesar de esta premisa de enfermedad incurable e historia de amor entre dos adolescentes que la sufren, no estamos ante otro libro al estilo de John Green (autor que no es santo de mi devoción, por cierto)
Para empezar, el romance surge de forma natural y sin resultar cargante. La trama no se sustenta solamente en eso, con lo que no me ha parecido demasiado dulce y ñoño.
La autora utiliza el optimismo y la amistad como herramientas para desarrollar la mayor parte del libro, y, aunque también tiene algún momento más angustioso, no ahonda en el dramatismo más tiempo del necesario.
Estrellas fugaces quizá no tenga el argumento más innovador del mercado, pero Robyn Schneider sí ha conseguido crear una historia tierna, dulce y divertida y con unos personajes con unas dudas, miedos e inseguridades muy comunes entre todos los jóvenes.
Si os gustan las historias con mensajes esperanzadores y reflexivos y que os remuevan un poco por dentro, este os dejará más que satisfechos.
*Con la colaboración de Alfaguara*
17 comentarios :
Ya he leído varias reseñas de este libro, pero tiene algo que no me acaba de convencer así que lo dejo pasar
Un besito!
Tengo muchas ganas de conseguirlo porque se que es una historia que me va a encantar. Gracias por la reseña.
Un beso
No tiene mala pinta, a pesar de que estos libros me echan para atrás, me lo apunto por ser algo diferente.
Besos!
Sé que sabías que no me pasaría por aquí tan rápido pero...
JA. Estoy aquí.
Este libro me llegó la semana pasada y aún no lo he leído pero tiene tan buena pinta, de los que me gustan a mi.
Un beso :D
Aiss, no me acabo de decidir con estos libros... La verdad es que no me gusta sufrir mientras leo, aunque algunos de esos libros son mis favoritos después... Creo que por ahora lo voy a dejar pasar, a ver si me animo mas adelante con él jaja
Un besoo
¡Hola!
He leído varias reseñas de este libro y muchísimas lo ponen por los aires. A ver si puedo darle un aoportunidad pronto.
¡Un beso!
Hola! Es la primera ver que lo veo pero me encantan este tipo de historias así que de cabeza a mis pendientes ;) Un beso!
Pinta bastante bien y es de mi estilo
puede que me anime
un besito
Sólo había visto la portada y me atrajo mucho, pero desconocía el argumento. Puede que le dé una oportunidad cuando acabe con los pendientes que tengo.
Un abrazo :)
¡Qué ganas de leerlo! Otra buena reseña que leo del libro y aunque el tema de las enfermedades tenga un cariz algo triste me llama muchísimo la atención. Espero poder hacerme con él pronto.
¡Gracias por la reseña!
Hola, era una novela que no tenía en dudas y bueno... despues de leer tu reseña quiza me anime con ella.
besos
He leído reseñas muy variadas sobre esta novela, yo de momento no me ánimo con ella.
Besos guapa
¡Hola Saray! Tengo ganas de leer este libro.
Me alegra saber que te gustó :)
No me llama especialmente la verdad, no me importaría leerla pero no creo que vaya a por ella jeje
Un beso!
Tiene toda la pinta de ser un libro que me va ha conquistar y espero no defraudarme al leerlo ^-^
¡SE MUUY FELIIIIIIIIIIIIIIZ! :):)
Tengo muchas ganas de leerlo, estoy segura de que lo disfrutaré a pesar de no ser un libro muy original. Y algo que me gusta mucho es que el romance sea de forma natural... no me gusta nada lo forzado -_-
Un beso ^^
¡Hola!
Tengo sentimientos encontrados con esta novela... la temática últimamente la he encontrado mucho en otras novelas, pero por otro lado el hecho de que no se ahonde en el dramatismo y se aborde la historia desde un punto de vista esperanzador le da un toque diferente. Además tengo curiosidad por ver hasta qué punto explican lo de esa tuberculosis resistente a todos los tratamientos... deformación profesional, supongo :P.
Besos!
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