Reseña: Sophie en los cielos de París - Katherine Rundell

Rooftoppers
Katherine Rundell
Salamandra - 2017
219 páginas
15 €

Tras hundirse un barco en el Canal de la Mancha, una niña de apenas un año aparece flotando en un estuche de violonchelo y es rescatada por un erudito y aventurero londinense llamado Charles Maxim.
De esta forma tan extraordinaria comienza la conmovedora historia de Sophie y Charles, quien, una vez constatada la desaparición de la madre de la niña, se convierte en su tutor legal. Sin embargo, con el paso del tiempo, se apodera de Sophie la idea de que su madre sobrevivió al naufragio, y aunque Charles le advierte que eso es casi imposible, para ella el "casi" significa que existe "alguna" posibilidad, y esta, por remota que sea, jamás debe descartarse.
Así pues, a pesar de que la única pista que tienen es una dirección parisina grabada en el estuche del chelo, Charles, que lo daría todo por verla feliz, accede a acompañarla a París para iniciar la incierta búsqueda. Allí, en una noche mágica, Sophie conoce a Matteo y sus amigos, unos jóvenes vagabundos que recorren la ciudad por los tejados y que enseguida se prestan a ayudarla para que su sueño se haga realidad.

Sophie en los cielos de París es un libro claramente infantil que recuerda a un cuento clásico, lleno de magia y de imaginación. 

Ha sido una lectura dulce, tierna y emotiva en la que Sophie, una niña de 12 años, huérfana al hundirse el barco en el que viajaba cuando era sólo un bebé, se embarca en un viaje hasta París con su tutor, Charles, para encontrar a su madre, ya que está convencida de que sobrevivió. 

El comienzo de esta historia ya es bastante singular cuando Charles encuentra a Sophie a la deriva en un estuche de violonchelo y decide adoptarla y criarla como si fuera su propia hija, pero es que la autora crea unos personajes estrafalarios y que se alejan totalmente de lo que se supone que es correcto o lo está bien visto por la sociedad, ya que la educación que recibe Sophie podría ser cuestionada como apropiada por muchos.

Sophie no va al colegio, no recibe clases de cómo comportarse o típicas para las señoritas, como coser o cocinar. Comen sobre libros, viste con pantalones de retales, sube a los árboles y pinta en las paredes. 

Katherine Rundell rinde homenaje, a través de Charles y sus métodos para educar, al mundo del arte, de la literatura o, simplemente, a la libertad de ser ellos mismos y dejar que los niños disfruten de la vida.

Es un personaje único y muy especial, culto pero torpe y poco convencional, pero que enseña a Sophie a ser libre, a usar su imaginación y a elegir lo que ella quiere. Su amor hacia ella es incondicional y es una de las partes más entrañables del libro.

Por otro lado, Sophie es un niña alegre, feliz y curiosa, pero que siente que algo le falta en su vida. Siempre ha mantenido la esperanza de que su madre sigue con vida, así que siguiendo una pista, se van los dos a París a encontrarla.  

Es entonces cuando comenzará una nueva aventura en la capital de Francia, donde conocerá a un grupo de niños huérfanos, los tejabundos, que viven solos en los tejados de los edificios y que la ayudarán en su propósito. 

Esta parte será más divertida y llena de aventuras para los más pequeños, pero que a mí me ha resultado más melancólica e incluso algo triste, ya que, aparte de nombrar lo horrible que puede ser crecer en un orfanato, manifiesta la importancia de tener una figura familiar que cuide y proteja a los niños.

El ritmo es muy ágil ya que, aparte de ser un libro muy corto, va bastante al grano, hay muchos diálogos y pocas descripciones (las que se hacen de París tienen ese toque mágico y clásico tan característico de la ciudad, pero con la particularidad que casi todas se hacen desde las alturas de los tejados de muchos de sus emblemáticos edificios).

Pero tengo que reconocer que me ha faltado un poco más de desarrollo hacia el final. Termina de golpe y dejando cosas a la imaginación, por lo que me ha dejado con ganas de saber cómo continuaba la historia de Charles y Sophie o la de los tejabundos. Creo que ese final deja un poco coja la historia y no le hubiera venido mal unas cuantas páginas más.

Sophie en los cielos de París es un cuento para niños y adultos, divertido, que desborda imaginación y que tiene una relación entre los dos protagonistas muy tierna. Además, tiene mensajes sobre la amistad, la familia, la libertad y lo importante que es inculcar a los niños el amor hacia la literatura o el arte en general. 

*Con la colaboración de Boolino*