Reseña: Solo nosotros dos - Nicholas Sparks

Two by Two
Nicholas Sparks
Roca - 2017
445 páginas
18,90 €

A sus treinta y dos años, Russell Green lo tiene todo: una impresionante esposa, una hija adorable de seis años, una exitosa carrera como ejecutivo de publicidad y una gran casa en Charlotte.
Russell vive en medio de un sueño, y su matrimonio con la encantadora Vivian es el centro de su existencia. Pero debajo de esta vida perfecta, empiezan a aparecer los problemas y Russell está a punto de descubrir que varios aspectos de su vida que daba por sentados darán un giro por completo.
En cuestión de meses, Russell se queda sin trabajo y sin mujer, y deberá luchar para adaptarse a una nueva y desconcertante realidad. Descubriendo el desierto de la vida uniparental, Russell se embarcará en un viaje aterrador a la vez que gratificante y que pondrá a prueba sus habilidades y sus recursos emocionales más allá de lo que nunca habría imaginado.

Nicholas Sparks es un imprescindible en mi estantería. La balda con todos los libros que han editado hasta el día de hoy aquí es buena prueba de ello.

Aunque todos son de temática romántica adulta, algunos de ellos, especialmente los últimos, tienen un toque de misterio o policíaco que lo diferenciaba de hacer siempre lo mismo. 

Pero con Solo nosotros dos vuelve el Nicholas Sparks de los primeros años, un Nicholas Sparks que cuenta una historia sencilla, tierna y, sobre todo, muy, muy realista. 

Russell es un hombre de 32 años que tiene una vida en apariencia perfecta, hasta que un día se encuentra sin trabajo, lo que ocasiona la vuelta al mundo laboral de su mujer, que comenzará a pasar más tiempo fuera, que dentro de casa. 

Es entonces cuando Russell tendrá que afrontar solo el cuidado de su hija, y deberá ir adaptándose a esta nueva realidad. 

Creo que Nicholas Sparks se ha basado en su propia experiencia para crear esta historia (no es ningún secreto que se divorció hace no mucho), ya que solo vemos el punto de vista de Russell ante cuestiones como la paternidad en solitario o superar un divorcio.

Aunque pueda sorprender, son las relaciones familiares es lo que tiene más peso en todo el libro. 

El apoyo de su familia, especialmente de su hermana y su mujer, a las que se siente especialmente unido y que son una roca para él, es indispensable para que Russell abra los ojos y salga para adelante.

Por otro lado, me ha encantado ver cómo la relación entre padre e hija iba creciendo poco a poco mientras se van habituando los dos a este cambio de papeles en su rutina diaria. Gracias a esta nueva situación, Russell  empieza a darse cuenta de lo importantes que son los momentos con su hija, lo difícil que es conciliar la vida familiar con la laboral o todo el trabajo que conlleva quedarse en casa cuidando de los hijos.

Creo que, gracias a este punto de vista, Nicholas Sparks da un reconocimiento al trabajo que muchas madres hacen cuando se dedican en exclusiva a sus hijos sin la ayuda de los padres. 

Además, la parte romántica está bien construida y con la importancia justa y necesaria, no ocupando más espacio de lo que merece, pero tampoco se queda coja.

Las situaciones que tienen lugar en la trama están bien planteadas, desarrollándose de forma pausada y lógica, sin prisas, sin amores idealizados y perfectos, ni momentos demasiado cursis y empalagosos. 

Quizá el ritmo ha sido un poco desigual, ya que es algo lento, se toma mucho tiempo en ponernos en situación, en recordar y explicar todos los momentos previos a lo que está viviendo ahora y muchas veces no ocurría nada realmente importante o trascendental en la historia. No es algo que se repita en muchas ocasiones, pero sí que le ha falta un poco de chispa un par o tres de veces que parece decaer la narración.

Pero ha habido algo que me ha exasperado bastante y que ha ocasionado que le baje mi puntuación final, y no ha sido otra cosa que la actitud de los protagonistas. 

Para empezar, Russell es demasiado bueno, de esas personas que son tan buenas que parecen tontas. Aguanta mucho, muchísimo, y nunca intenta hacerse escuchar o se planta. Su mujer hace lo que quiere con él y, aunque no le gusta, por no tener una pelea aguanta sin rechistar.

Más de una vez me han dado ganas de pegarle un par de tortas a ver si así espabilaba un poco. 

Después está Vivian, que es egoísta, caprichosa, inmadura, egocéntrica y muy interesada, además de ser un personaje que tampoco he entendido muy bien, ya que a veces parecía maja, para después enseñaba lo peor de sí misma. 

Creo que el autor ha diferenciado en exceso quién es el malo y quién el bueno de la historia, y creo que me hubiera gustado mucho más si se hubiera planteado de diferente manera las hostilidades o enfrentamientos que ocurren cuando una pareja rompe.

Pero a pesar de que la relación entre Russell y Vivian no me ha convencido, Solo nosotros dos se distingue especialmente por la importancia que da a la familia y al vínculo y amor paternofilial. 

Esa parte es realmente preciosa y merece totalmente la pena, ya que conmueve y emociona y tiene toda la esencia de las historias clásicas de Nicholas Sparks.

*Con la colaboración de Roca*