Reseña: Un final para Rachel - Jesse Andrews

Título original: Me and Earl and the Dying Girl.

Autor: Jesse Andrews.

Editorial: Nube de Tinta.

Año de publicación: 2015.

Número de páginas: 319.

Precio: 16,95 €.

Sinopsis: Greg Gaines tiene diecisiete años, un aspecto que deja mucho que desear y una coraza con la que se protege del mundo. Lo que mejor define su personalidad es una mirada autocrítica y una actitud sarcástica hacia los demás. Su único amigo es Earl Jackson, un chico bastante desabrido, malhablado y con una situación familiar di fícil. Los jóvenes nihilistas comparten una pasión por los videojuegos y, sobre todo, por el cine y dedican gran parte de sus tiempo libre a hacer remakes de su películas favoritas. Todo cambia en la vida de Greg cuando su madre le obliga a visitar a Rachel, una chica con leucemia con la que el muchacho tiene un pasado común.

Opinión:

Un final para Rachel es un libro que llevaba en mi wishlist bastante tiempo, aunque nunca me decidía a hacerme con él.

A pesar de que han pasado varios días desde que lo terminé y que he pensado mucho sobre él, sigo sin saber si realmente me ha gustado o no.

Ha sido una de esas lecturas que, sin llegar a ser malas, me dejan bastante indiferente. Vamos, que si no lo hubiera leído tampoco hubiera pasado nada.

Sé que no iba a encontrarme un Bajo la misma estrella 2.0, cosa que tampoco quería, pero esperaba algo más de profundidad, ya no sólo en la historia, si no en los personajes.

Los primeros capítulos me gustaron mucho. Me gustó encontrarme con Greg, un chico sarcástico, que se ríe de todo y de todos, incluido a sí mismo. Tiene una visión bastante peculiar del instituto y sabe cuál quiere que sea su papel dentro de él. En serio, su sentido del humor es uno de los puntos fuertes de este libro.

Su único amigo, o algo parecido, es Earl, un chico con una vida familiar muy complicada, una boca de la que salen palabras groseras cada segundo, pero con el que comparte la pasión por el cine y por hacer adaptaciones caseras de sus películas favoritas.

Todos sus planes de no intimar demasiado con nadie se vienen abajo cuando su madre le medio obliga a visitar a una compañera de clase, Rachel, a la que han diagnosticado leucemia.

Tranquilos, para nada es un libro dramático. Es más, el autor trata esta enfermedad de manera cómica, quitándole solemnidad y momentos reflexivos y transcendetales.

Además, tampoco es el eje del libro, si no más bien es Greg, que es el que narra la historia, el absoluto protagonista de la historia.

Por desgracia, su más que evidente inmadurez y su egocentrismo, siempre pensando en él y preocupándose poco en comprender mejor a los demás, hacen que conozcamos muy superficialmente tanto a Earl como, especialmente, a Rachel.

También sabía que no iba a encontrarme la típica historia de amor entre una chica con cáncer terminal y un chico que no esperaba sentir nada por ella y que conocerla le cambia la vida para siempre. Lo sabía y no me importaba, porque no siempre es necesario que haya romance.

Pero, sí que esperaba ver cierta evolución en el personaje, algo de profundidad, y no ha sido así. Lo he visto bastante lineal, siempre con la misma actitud, sin implicarse con nada ni nadie y eso ha hecho que me exasperara más de una vez.

Aún así, es un libro muy divertido, escrito de forma bastante curiosa, mezcla de redacción/carta/guión de cine. Esto hace que sea todo muy dinámico y, sobretodo, mucho más directo, interactuando con el lector, utilizando un lenguaje muy coloquial y sincero.

Un final para Rachel es cómico, algo gamberro e irreverente, realista y con unos personajes que distan mucho de ser perfectos.

A pesar de ser bastante entretenido y de tener unos primeros capítulos muy prometedores, al final me ha resultado algo vacío y superficial.

*Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.