Reseña: El oso y el ruiseñor - Katherine Arden

The Bear and the Nightingale (Winternight Trilogy #1)
Katherine Arden
Nocturna - 2019
426 páginas
17,50 €

En la estepa rusa, el invierno dura casi todo el año y los montículos de nieve son más altos que las casas. A Vasia el hielo le recuerda a los cuentos sobre Morozko, el misterioso rey del invierno, que trae las heladas y engaña cruelmente a las jóvenes para quedarse con sus almas. En cuanto su padre regresa de Moscú con una nueva esposa muy devota, las cosas cambian. La mujer ve demonios invisibles a ojos de todos, excepto de Vasia... Aunque para ella son espíritus: como el vodianói, un hombre hecho de ramas de árboles, o la rusalka, la ninfa que ahoga a los incautos en el lago. Mientras los aldeanos sigan haciéndoles ofrendas, no pasará nada malo.

Pero un despiadado invierno, cuando las ventiscas cubren las casas de escarcha y el miedo se cuela por las cerraduras, las ofrendas dejan de llegar.

El oso y el ruiseñor es un libro que había ido cosechando una gran cantidad de entusiastas críticas en el mercado americano e inglés, así que su llegada a España venía precedida de unas enormes expectativas por parte de todas. 

Unas expectativas que, en mi caso, se han cumplido y con creces, ya que me he encontrado con una lectura con una narrativa preciosa y una trama que nos traslada a una Rusia llena de sus leyendas y su folclore. 

En una Rusia medieval, todos sus habitantes han crecido con los cuentos sobre Morozko, el rey del invierno que secuestra a las jóvenes que se adentran en el bosque para quedarse con sus almas. 

Pero no sólo están las historias de Morozko, si no también la de otros muchos otros espíritus que habitan entre ellos sin que nadie pueda verlos y que esperan sus ofrendas. 

Piotr Vladímirovich es un próspero hombre, viudo desde que su mujer murió al dar a luz a la pequeña de sus cinco hijos, una niña a la que llamaron Vasia.

Vasia vive libre y feliz en esa helada estepa, aunque todos saben que es distinta, ya que es la única que puede ver y hablar con los espíritus y demonios que los demás sólo conocen por los cuentos.

Hasta que su padre vuelve a casarse con una mujer muy devota que tiene el mismo don que Vasia.

Y mientras que para la niña son espíritus inofensivos, ella los ve como demonios que sólo quieren atormentarla y de los que desea escapar. 

Fue leer 20 páginas escasas y quedar atrapada con su narración. La autora nos traslada a una Rusia gobernada por Iván I y en la que el cristianismo se ha convertido en la religión oficial, persiguiendo a todos aquellos que adoren a otros dioses o símbolos paganos. 

La ambientación, en este caso, es esencial y muy importante y Katherine Arden hace un trabajo sobresaliente al conseguir recrear con todo lujo de detalles, no sólo los escenarios en los que se desarrolla la historia; un bosque en el que el invierno dura prácticamente todo el año y Moscú, la capital del imperio, si no también sus costumbres, tradiciones, creencias y datos históricos de aquellos años (con algún que otro cambio para hacerlos encajar en la historia).

La sensación de opresión y de miedo no nos abandona en todo el libro ya que la religión tiene una gran presencia en la vida de las personas, siempre con la amenaza de ser condenados si no se rigen por los preceptos de Dios. 

Si a todo esto, le añades la mitología rusa, con sus leyendas y fábulas, tenemos entonces un cuento oscuro lleno de fantasía y magia. 

La forma de escribir de la autora es maravillosa, muy lírica y poética, pausada, descriptiva, rica en detalles y con un tono sombrío y algo tenebroso, pero a la vez exótico. Es imposible que no acordarte de los típicos cuentos clásicos.

Quizá tenga un principio algo lento en el que parece que la trama no acaba de arrancar, pero esta lentitud es totalmente necesaria para llegar a comprender todo lo que pasa después. 

En cuanto a los personajes, tenemos a Vasia una niña con la que es imposible no conectar, ya que rompe con todos los estereotipos de la época y se niega a ser simplemente lo que se espera de ella, que es ser esposa y madre. Ella quiere seguir viviendo en el hogar familiar, explotar el mundo, vivir libre y seguir manteniendo contacto con todo lo que hay a su alrededor.

Por otro lado, el resto de personajes despertarán diferentes reacciones y sentimientos al lector, siendo especialmente importante la tensa relación con su madrastra, el lazo que mantiene con sus hermanos y padre, o el papel que tendrá un siniestro sacerdote en su futuro.

Y, por extraño que parezca estamos ante un libro en el que no hay nada de romance, ya que, al menos ahora, no es para nada necesario ni importante y no es lo que se espera ni de la historia, ni de Vasia. 

El oso y el ruiseñor es el comienzo de una trilogía que me ha enamorado de la primera a la última página, algo que espero sentir también en los siguientes. 

Llena de magia, fantasía y con una gran ambientación, la autora ha creado un mundo basado en el folclore ruso muy interesante y con una narración maravillosa.

*Con la colaboración de Nocturna*