Reseña: El ruiseñor - Kristin Hannah

The Nightingale
Kristin Hannah
DeBolsillo - 2017
589 páginas
12,95 €

Francia, 1939.
En el tranquilo pueblo de Carriveau, Vianne Mauriac se despide de su marido, Antoine, que debe marchar al frente. Ella no cree que los nazis vayan a invadir Francia, pero lo hacen, con batallones de soldados marchando por las calles, con caravanas de camiones y tanques, con aviones que llenan los cielos y lanzan bombas sobre los inocentes. Cuando un capitán alemán requisa la casa de Vianne, ella y su hija deben convivir con el enemigo o arriesgarse a perderlo todo. Sin comida ni dinero ni esperanza, Vianne se ve obligada a tomar decisiones cada vez más difíciles para sobrevivir.

La hermana de Vianne, Isabelle, es una joven rebelde de dieciocho años que busca un propósito para su vida con toda la temeraria pasión de la juventud. Mientras miles de parisinos escapan de la ciudad ante la inminente llegada de los alemanes, Isabelle se encuentra con Gaëtan, un partisano que cree que los franceses pueden luchar contra los nazis desde dentro de Francia. Isabelle se enamora completamente pero, tras sentirse traicionada, decide unirse a la Resistencia. Sin detenerse nunca para mirar atrás, Isabelle arriesgará su vida una y otra vez para salvar a otros.

¡Qué MARAVILLA de libro, señoras y señores! Si solamente habéis leído buenas reseñas de este libro, no os preocupéis que aquí vais a tener otra más porque este libro es de esos que son imprescindibles. 

No era el primer libro que leía de Kristin Hannah. Ya la descubrí con El baile de las luciérnagas (X) y nada más terminarlo supe que el siguiente era este, porque todo lo que esté ambientado en la II Guerra Mundial tengo que leerlo. Y ahora sólo me arrepiento de no haberlo hecho antes.

El ruiseñor, además, da protagonismo y hace reconocimiento a todas esas mujeres que ayudaron, de una forma u otra, a ayudar a luchar contra el fascismo. 
Aquí, más concretamente, se centra en las mujeres francesas que vivieron la ocupación alemana y tuvieron que salir adelante mientras la mayoría de los hombres luchaban en el frente.  

Las protagonistas son dos hermanas y algo que me ha gustado mucho es que se va alternando el pasado con el presente, un presente del que no se sabe quién lo cuenta hasta prácticamente el final, algo que no hace más que sumarle interés y tensión por saber qué ha pasado con las dos hermanas. 

La mayor, Vianne, intenta salir adelante en un pequeño pueblo francés con su hija, con la convicción de que la guerra no durará demasiado. Pero las cosas van empeorando cada vez más, hasta que el ejército alemán acaba instalándose allí. 

Es entonces cuando comenzarán unos meses de miedo, escasez, pobreza y peligro en el que todos, Vianne entre ellas, harán lo que sean para poder sobrevivir. 

Por otro lado está Isabelle, su hermana pequeña, rebelde y cuyo propósito es hacer algo importante por la que sea recordada. Cuando los nazis llegan a París muchos de ellos huyen, pero ella, después de conocer a Gaëtan, decidirá unirse a la Resistencia ayudando a muchas personas a salvar sus vidas. 

Este es uno de esos libros absorventes, de los que no puedes dejar de leer pero que hay que ir descubriendo poco a poco. Me alegro de haber esperado a tener vacaciones para leerlo ya que pude leerlo sin interrupciones.

Es cierto que al principio parece que cuesta arrancar. La autora utiliza las primeras cien páginas para poner en antecedentes de los protagonistas y de la situación de cada uno de ellos, algo imprescindible para poder conocerlos y conectar con ellos. 

Porque si hay algo que tiene El ruiseñor es mucho sentimiento. Está contado de una forma tan cautivante, con tanto realismo, tan bien documentado y ambientado que es imposible no transportarte a aquella época y sufrir y sentir todo lo que están pasando, no sólo las protagonistas, si no el resto de personajes secundarios. 

No es una historia fácil, eso está claro. Kristin Hannah cuenta los hechos tal y como sucedieron y muchos son duros, crueles y dolorosos, pero a pesar de que muchas veces acabara un capítulo con lágrimas en los ojos o con el corazón en un puño, son escenas totalmente necesarias. Estamos hablando de una brutal guerra, con lo que no se puede suavizar u omitir cosas. Nos encontraremos con hambruna, campos de prisioneros, traiciones, acusaciones, ejecuciones, deportaciones... 

Pero también es un libro en el que muestra que siempre hay bondad y esperanza en el mundo gracias a esa gente dispuesta a ayudar, aunque sea con pequeños e insignificantes gestos, rebelarse o arriesgar su vida por la de los demás. E, incluso, siempre hay cabida para enamorarse.

Poco a poco iremos descubriendo que Vianne e Isabelle no son tan diferentes como ellas pensaban en un principio. Aunque sus personalidades, carácteres y estilos de vida son totalmente opuestos, son fuertes y valientes y sus vidas se irán desarollando de forma paralela durante la guerra.  

Está claro que el final no va a ser un final perfecto y maravilloso porque en una guerra son muchas las cosas que se pierden, pero ha sido un final perfecto, tan emotivo, tan crudo, tan bonito y tan desgarrador que me tiré los últimos capítulos a lágrima viva. 

El ruiseñor ha sido una lectura cruda, llena de emociones, de esperanza, de horror, de ilusión, de valentía, de miedo... Han sido tantas y tantas las cosas que me ha hecho sentir que no puedo más que darle todas las estrellas posibles. 

Un libro que va directo a mi lista de favoritos de este año y de mi vida.