Reseña: Blackmoore - Julianne Donaldson

Título original: Blackmoore.

Autora: Julianne Donaldson.

Editorial: Libros de Seda.

Año de publicación: 2015.

Número de páginas: 486.

Precio: 19,95 €.

Sinopsis: En la Inglaterra de 1820 la única carrera para la mujer es casarse. Pero Kate Worthington conoce su corazón y sabe bien que nunca lo hará. Su plan es viajar a la India, aunque solo sea para encontrar la paz que le pide su espíritu inquieto y para escapar de una familia a la que aborrece. Sin embargo, su entrometida madre tiene otros planes para ella, así que le plantea un trato: podrá ir a la India, sí, pero solo tras haber conseguido y rechazado— tres propuestas de matrimonio. Decidida a cumplir su parte del trato, Kate parte hacia la mansión de Blackmoore, para pedir ayuda a su amigo de la infancia, Henry Delafield. ¿Será capaz de rechazar una propuesta que, en realidad, es lo único que puede dar alas a su corazón?

Opinión:

Tenía más que apuntada la fecha en la que iba a salir este libro y la esperaba con muchas ganas. Ya sabéis que Edenbrooke me encantó (estuvo hasta en mi lista de mejores lecturas del año), así que esperaba con ansías leer más de la autora. Y ahora sólo puedo decir: BRAVO! Blackmoore ha conseguido gustarme incluso más que el primero.

Como fan acérrima de la romántica busco historias que me emocionen y que me remuevan un poco por dentro y Julianne Donaldson con sólo dos libros lo ha conseguido.

A pesar de que podemos encontrar varios tópicos que se dan bastante en este género, la autora ha querido diferenciarse del resto de novelas, cambiándoles los roles a los protagonistas (de nuevo, BRAVO).

Es decir, estamos acostumbrados a encontrarnos a un hombre con una reputación cuestionable, pero aquí es la familia de la protagonista, Kate, una chica de 17 años, la que ha protagonizado varios escándalos que han sido la comidilla de toda la ciudad. A raíz de eso, Kate no es bien vista por la sociedad y es también considerada una mala influencia.

Por otro lado, Henry es el hermano de su mejor amiga de la infancia. Se conocen desde niños y siempre han sido inseparables. Rico y de buena familia, es el heredero de la mansión donde la familia veranea cada año, Blackmoore, y esperan que se case con una chica de moral intachable.

Ambos protagonistas son muy naturales y reales y con los que es fácil conectar. Kate es una chica de 17 años, fuerte, con unos principios y convicciones a los que se mantiene fiel durante todo el libro. Julianne Donaldson le ha dado mucha persoalidad y una voz propia en una época en la que no importaba la opinión de las mujeres. También esconde varios secretos, que la han condicionado a ser cómo es, que se van conociendo poco a poco mediante varios flashbacks.

Henry es dulce, atento, sincero y muy leal. Un personaje quizá demasiado perfecto, pero que es justo lo que quería encontrar.

El amor que hay entre los dos es simplemente precioso. Es obvio para todo el mundo, excepto para ellos lo que resulta desesperante a veces, que están enamorados de siempre. Las conversaciones que tienen, las miradas, las sonrisas, los detalles que tienen el uno con el otro... todo está cargado de ternura, dulzura y romanticismo. Es un amor que ha surgido después de años de amistad y confianza, de los que se han cocido a fuego lento.

Pero a pesar de que parece que lo tienen todo hecho y que sólo les hace falta un empujoncito, los protagonistas no lo tendrán nada fácil. En su camino para tener su final feliz, encontrarán más de un obstáculo y unas respectivas familias, totalmente opuestas entre sí, que les complicarán aún más las cosas.

Blackmoore es un libro que se devora solo, con una narración muy ágil ya que la autora va bastante al grano y no pierde el tiempo en filosofar o andarse por las ramas.

Además tiene un gran abanico de personajes secundarios, bastante peculiares, que aportarán más dinamismo y más puntos de vista diferentes a la historia.

En definitiva, es un libro imprescindible si os gusta este género. Un romance clásico, como los de antes, sin ninguna escena erótica o subida de tono. Dulce, tierno, romántico, con unos personajes muy bien construidos y un final totalmente acertado.

No puedo más que decir: Bravo, bravo, bravo!