Reseña: 23 Otoños antes de ti - Alice Kellen

23 Otoños antes de ti (Volver a ti #2)
Alice Kellen
Titania - 2017
286 páginas
13 €

Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas. O al menos eso fue lo que Harriet Gibson pensó tras conseguir casarse allí con Luke Evans, el primer desconocido que se cruzó en su camino. Esos papeles matrimoniales eran todo lo que necesitaba para cobrar la herencia de su padre.

Sin embargo, todo se complica cuando, dos años después, él da con su paradero y llega sin avisar al pequeño pueblo donde ella vive. Luke es testarudo y tiene la firme intención de conseguir el divorcio, pero Harriet no tarda en advertir que también es descarado, sexi y divertido; algo que termina siendo un camino tentador pero lleno de problemas. ¿Qué hacer cuando tu corazón toma la dirección equivocada?

«A veces, un lugar perdido en medio del mapa puede ser el detonante para encontrarse a uno mismo».

Ya comenté cuando leí Llévame a cualquier lugar (X) que Alice Kellen iba a ser una autora a la que seguir muy de cerca y así ha sido, porque con cada libro que saca, más me gusta.

Y si 33 razones para volver a verte (X) me gustó, 23 otoños antes de ti me ha encantado. 

Y no porque Luke ya fuera un personaje que captó mi atención desde el primer momento, no, es que siento debilidad por las historias en las que haya algún matrimonio pactado o por conveniencia.

Harriet es una chica que necesita desesperadamente encontrar un marido y ¿que mejor sitio para encontrarlo que en Las Vegas? Después de una noche de borrachera y fiesta, Luke acaba siendo el escogido para este fin para, después, desaparecer.

Pero dos años después, Luke consigue encontrar a su misteriosa esposa y decide plantarse en el pueblo donde vive para conseguir, por fin, los papeles del divorcio.

Lo que no tenía Luke planeado era quedarse allí más tiempo de lo necesario y conocer más profundamente a esa chica tímida y dulce.

Si hay una cosa que me maravilla de Alice Kellen es su capacidad de crear una historia bien contada en tan pocas páginas. Para mí es muy importante encontrarme con una relación bien desarrollada, en la que se vea la progresión de los sentimientos de los protagonistas, y en sus libros siempre lo encuentro. ¡Y lo consigue sin llegar a las 300 páginas!

También es común encontrarse en este tipo de libros algunos patrones fijos que todo el mundo espera, como pueden ser pasados difíciles, una tensión inicial entre los protagonistas, algún que otro drama... pero lo sabe llevar perfectamente. Sabe cuándo hace falta usar una cosa u otra, o cuándo es el momento adecuado de terminarla. Y así consigue que ni resulte repetitivo, ni cansado, ni metido sin venir a cuento.

Aquí, de nuevo Alice Kellen comienza la historia de Harriet con unos primeros capítulos centrados en su pasado, saltando desde su niñez hasta llegar a la adolescencia y remarcando los momentos más importantes y que marcaron su vida.

Gracias a ello, se consigue comprender, y conocer, mejor a Harriet, viendo cómo toda su vida ha girado alrededor de personas que la menospreciaron y que hicieron minar su confianza y autoestima.

Creo que no hace falta que diga que es un personaje que me ha encantado, tanto por su vulnerabilidad como por su fuerza, y su generosidad y ternura.

Harriet y Luke son dos personas que se encuentran en momentos totalmente opuestos. Él porque se siente perdido, sin saber qué hacer con su vida, y ella por todo lo contrario, lucha con todas sus fuerzas por cumplir su sueño ya que sabe que eso es lo que quiere hacer siempre.

Pero, gracias en parte a lo que están pasando, conseguirán complementarse y darle al otro todo aquello que le falta o que necesita.

Harriet encontrará en Luke la comprensión, el apoyo y la ayuda que le han faltado durante años. Luke, el estímulo y las ganas de volver a ser el que era.

Desde el primer momento necesitarán estar cerca el uno del otro, a pesar de que les va a costar mucho reconocerlo, y, poco a poco, irán acercándose más, mientras van naciendo unos sentimientos que van más allá de la simple amistad.

Su relación es preciosa, llena de momentos tiernos y muy románticos, pero sobre todo ha sido genial poder ver cómo todo sucede lentamente, cómo iban creando su propia rutina, y cómo la familiaridad y la intimidad se van estableciendo entre ellos.

Hay otras tramas secundarias más apartadas del romance de los protagonistas, algo que le da más fluidez a la narración, consigue que no sea todo tan lineal, y aporta una mayor profundidad a los personajes individualmente.

23 otoños antes de ti es una novela llena de romanticismo y, muy importante, de amistad. Una historia bien construida, que no cae en un drama innecesario y que cuenta con todos los ingredientes necesarios para ser de esos libros que te dejan con una sonrisa de tonta en la cara.