Reseña: Casi imposible - Nicole Williams

Almost Impossible
Nicole Williams
Neo - 2018
284 páginas
17,90 €

Cuando Jade decidió pasar el verano en California con su tía, ella creía que sabía dónde se estaba metiendo. Pero nada podría haberla preparado para Quentin. Nunca ha vivido demasiado tiempo en suburbios, pero incluso Jade sabe que su irritante (e irritantemente mono) vecino implica P-R-O-B-L-E-M-A-S.

Por su lado, cuando Quentin descubre que Jade tiene la intención de pasar el verano en casa leyendo libros, organiza otros planes. Salir a hurtadillas, quedarse despiertos hasta tarde o incluso baños a medianoche, Quentin se ha propuesto ofrecerle a Jade días –y noches– para recordar.

Pero a pesar de sus perfectos encuentros, cada vez que Jade intenta acercarse, Quentin se aleja. Está claro que guarda un secreto, y Jade está determinada a descubrir qué es.

En cuanto leí que comparaban este libro al de autoras como Kasie West o Morgan Matson, supe que no podía resistirme demasiado a él.

No soy nada fan de los exagerados dramones adolescentes que tanto cuesta creer, pero sí que disfruto mucho de las historias más sencillas, en las que un chico y una chica se enamoran y hay algún que otro mensaje entre medias. 

Y eso es justamente lo que nos da Nicole Williams en Casi Imposible.

Jade es una chica de 17 años que no ha tenido una vida como cualquier otra adolescente. Su madre es cantante de un grupo femenino que está ahora empezando a despuntar, por lo que ha pasado toda su vida en la carretera, de ciudad en ciudad, algo que le ha hecho madurar, pero también vivir experiencias totalmente únicas para una chica de su edad. 

Pero el verano antes de su último curso de instituto convence a su madre para que lo pase con su tía en California y pueda vivir lo que cualquier otra chica de su edad.

Sin embargo, no resulta lo que ella esperaba. Sus planes de leer tranquilamente se van al traste con un tía sobreprotectora y un vecino, Quentin, la mar de mono que está empeñado en hacerle pasar un verano inolvidable. 

Pero Quentin no termina de sincerarse con Jade y ese secreto acabará interponiéndose entre ellos.

Casi imposible es una historia tierna y dulce, de esas que, a pesar de que tiene algunos tópicos, terminas con una sonrisa en la boca. Porque, aunque no tiene grandes giros ni sorpresas, es en esa sencillez donde radica todo el encanto de este libro. 

Comienza como muchos libros de este género con un encuentro algo accidental entre los dos protagonistas, un choque inicial que dará inicio a un divertido flirteo y a un montón de momentos entre ellos llenos de los planes más cotidianos que podamos imaginar: hogueras en la playa, escapadas a medianoche, barbacoas del cuatro de julio, largas conversaciones... etc. Un montón de primeras experiencias para Jade que harán ese verano de lo más especial. 

Y así, poco a poco, irán creciendo los sentimientos entre ellos, desembocando en un primer amor de lo más dulce y cuco. 

Pero no toda la historia será sólo eso. Nicole Williams tiene muy presente la figura de la familia en este libro. 

Desde la relación tan estrecha y franca de Jude y su madre, el sentimiento de añoranza por la ausencia de una figura paterna, hasta el sentido del deber y de responsabilidad que tiene Quentin con su familia por ser el mayor de sus hermanos.

Y en toda buena historia romántica adolescente que se precie tiene que haber algo, no demasiado dramático, pero sí lo suficientemente importante, que se interponga entre ellos cuando todo parece estar ya en su momento más dulce. 

El secreto de Quentin puede resultar inesperado para algunos y algo bastante predecible para otros, pero lo que está claro es que es algo que da pie a los mensajes de este libro: la importancia de la sinceridad ante aquellos que quieres y de afrontar los errores que uno comete. 

Casi imposible es uno de esos libro que no se leen, se devoran. Una historia muy sencilla sobre los primeros amores que cuenta con un ritmo muy ágil que no decae, unos protagonistas adorables, un romance de lo más mono y un final emotivo y reflexivo que le da la profundidad necesaria para quitarle cualquier atisbo de superficialidad. 

*Con la colaboración de Neo*